Galicia

Galicia industrial: astilleros, fábricas y memoria obrera entre mar y monte

Galicia no es solo paisaje verde y cultura ancestral: también es metal, vapor, conserva y trabajo en comunidad. En sus rías, puertos y montañas se forjó una historia industrial intensa que aún palpita en astilleros silenciosos, fábricas abandonadas, barrios obreros con alma y centrales que domesticaron los ríos. Esta categoría recoge los lugares, oficios y relatos que dieron forma a la Galicia que trabajó, transformó y resistió.

Aquí no encontrarás la postal típica de hórreos y mariscadoras, sino la Galicia que diseñó barcos, enlazó ferrocarriles, enlató el mar y generó energía. Una tierra de esfuerzo colectivo, donde la industria no fue solo economía: fue identidad compartida.

La industrialización en Galicia tuvo carácter propio. Mientras otras regiones crecían desde fábricas de interior, aquí fueron el mar y los ríos los motores del progreso. La construcción naval en Ferrol, las fábricas de conservas en Vigo y A Illa de Arousa, los talleres ferroviarios en Ourense o las centrales hidroeléctricas del Miño y el Sil, crearon una red productiva diversa y resiliente que marcó la vida de miles de familias gallegas.

En esta categoría te invitamos a recorrer esa historia olvidada pero esencial. Desde grandes complejos industriales hasta pequeñas instalaciones rurales, cada artículo recupera espacios y voces que ayudaron a construir la Galicia contemporánea. Hablamos de cooperativas conserveras, minas de wolframio, líneas férreas estratégicas, fábricas textiles y barrios obreros diseñados para vivir cerca del trabajo y en comunidad.

Redescubrir el patrimonio industrial gallego es reconectar con una Galicia trabajadora, creativa y profundamente humana. Porque entre el musgo y el metal, entre la lluvia y el vapor, todavía laten historias que merecen ser contadas.