Ruta por el patrimonio industrial de Gijón (Asturias)

Gijón no sería hoy lo que es y sus visitantes no podrían interpretar actualmente esta ciudad si en este último siglo y medio el proceso de industrialización no hubiese venido acompañado de chimeneas, talleres, fábricas, ciudadelas, máquinas y personas capaces de crear un crisol de formas de vida, costumbres, maneras de vivir y trabajar. Las huellas, los latidos y el patrimonio industrial son legados de la memoria del trabajo y del lugar y objetos de la memoria colectiva. El patrimonio industrial aún está presente y se presiente en la ciudad de Gijón. Siguiendo su estela podemos apreciar los antecedentes y la continuidad de la transformación de la ciudad que en 1900 tenía aproximadamente 50.000 habitantes y al calor del impulso industrial más que quintuplicó su población en el siglo XX.

En el antiguo barrio de Cimavilla, encontramos la Fábrica de Tabacos, ubicada en el antiguo convento de las Agustinas Recoletas desde 1843. El edificio de la Fábrica, austero e imponente, fue terminado en 1679. La capilla sirvió de almacén hasta el cierre de la Fábrica en el año 2002, con restos de frescos en sus paredes y un microclima original albergaba los fardos de tabaco, que luego se transformaban y manufacturaban en productos como el popular farias o los más distinguidos cigarros puros suministrados a la Casa Real Española.

Fabrica Tabaco

Litografia Viña

En Cimavilla se encuentra asimismo la Litografía Viña, en la calle de Honesto Batalón. Es quizá no de los exponentes más notables de la pujante industria de artes gráficas que tuvo la ciudad en el siglo XX. Inaugurado en su nueva ubicación en el año 2001 es hoy un centro de Estampación Artística que aspira a ser un punto de referencia internacional en el campo de la litografía y el grabado.

 Desde la Cuesta’l Cholo divisamos la antigua Rula hoy reutilizada en sala de exposiciones, oficinas y restaurante. Por el paseo, se puede intuir la antigua traza del ferrocarril portuario, donde convivieron durante años las mercancías, los minerales, el ruido, humos y trasiego de operarios, grúas de vapor, marineros, lanchas, barcos, redes y pertrechos pesqueros.

Lonja Rula

Chimenea Maderas Demetrio

Seguimos por la calle de Rodríguez Sampedro hasta llegar a la playa de Poniente donde se encuentra la Chimenea de la Compañía de Maderas de Demetrio Fernández Castrillón, documentada desde al menos 1876. Este vestigio que popularmente se le conocía como chimenea de Basurto, pues al lado estaba esta empresa vidriera, es el testimonio que queda de la amplia franja de terreno ocupada durante años por los Astilleros del Cantábrico S.A., cerrados en los años ochenta del siglo XX, tras el duro proceso reconversor vivido en la bahía de Gijón.

 

Cerca se encuentra el Museo del Ferrocarril, sito en la antigua Estación del Norte, construida en 1873 con una superficie total en el conjunto museístico de 17.000 m2. El Museo alberga y expone una de las colecciones de locomotoras de vapor y objetos ferroviarios más importantes de España, reconocida a escala internacional. El discurso expositivo del Museo toma como referencia el papel determinante del ferrocarril en Asturias como eje de la industrialización y del traslado de las materias primas de los centros productores a los de consumo. Es un Museo vivo y abierto donde se puede realizar en su recinto un itinerario en una de sus locomotoras de vapor y visitar un importante centro de documentación sobre la historia social, económica e industrial asociada al mundo del ferrocarril en Asturias.

Museo Ferrocarril Gijon

 

Muy cerca tenemos lo que fue Astilleros Naval Gijón, fundado en 1911. En 1941 orientó sus actividades hacia la mar debido a su emplazamiento, construyendo buques pesqueros de pequeña dimensión. En 1956 se construyeron dos diques secos, una dársena de armamento, y grúas de gran capacidad que permanecieron activos hasta su cierre definitivo en 2009.

Atravesamos el barrio del Natahoyo para dirigirnos al Puerto de El Musel, otra seña de identidad del carácter industrial de Gijón. Sus obras de infraestructura e instalaciones datan de los años 1893 a 1907 cuando entra en servicio parcialmente su primer dique, el Norte. El proceso de desarrollo industrial de Asturias está ligado al propio de los cambios en la fisonomía portuaria gijonesa a través de varias etapas desde el siglo XIX hasta la actualidad.

Desde la Campa Torres podemos divisar la Central Térmica de Aboño cuyas obras se iniciaron en 1969. Intervino en su realización el arquitecto y artista Joaquín Vaquero Palacios. En su ornamentación exterior e interior y en su inmenso complejo de instalaciones accesorias se combina la ingeniería, la arquitectura y el arte.

No lejos de la central, se encuentra en Veriña uno de los emporios que marca la importancia industrial de la ciudad, ARCELOR – Mittal, la antigua ENSIDESA, una de las empresas siderúrgicas más importantes de Europa. Se construyó en Veriña, a partir de 1957, una planta siderúrgica integral que empezó a producir acero en 1971, alcanzando en 1973 la cifra de 1.800.000 toneladas de acero equivalente. El paisaje industrial de ARCELOR transformó los barrios y parroquias gijonesas de Tremañes, Poago, Veriña, y por supuesto creó nuevos barrios y enclaves urbanos en Roces, Nuevo Gijón, Santa Bárbara, La Calzada y Natahoyo

Ciudadela Celestino Solar

De vuelta al centro de la ciudad, nos podemos detener en la Ciudadela de Celestino Solar, de 1877, en el interior de la manzana del llamado martillo de Capua, un exponente de las formas de vida de la clase obrera gijonesa de fínales del XIX y principios del siglo XX. Presenta un pasillo de entrada de dos metros y medio y una casa tapón impedía ver desde la calle el conjunto de 24 casas y dos retretes comunales. Esta ciudadela estuvo habitada hasta 1987 y actualmente está transformada en museo.

 

 Nuestra última visita nos acerca a las parroquias de Vega y Samartín de Güerces. Una senda verde une la Mina La Camocha con el Poblado de Santa Bárbara, y llega hasta El Musel. Sigue el trazado del antiguo ferrocarril minero de ancho normal que transportaba el mineral hasta el puerto. La S.A. Felgueroso, presentó en 1942 el proyecto de este ferrocarril que partiendo de dicha mina enlazaba en Veriña con RENFE. La longitud inicial prevista era de 10.042 m según el proyecto del ingeniero José Fernández y García Mendoza. La línea aprovechaba parte del famoso ferrocarril del inicio del siglo XX que desde las distantes minas de la Hueria de Carrocera, en plena cuenca minera del Nalón, pasaba por Bimenes, Lieres y tras pasar por la parroquia de Lavandera pretendía llegar a El Musel. Esta obra ingente dio al traste, pero aún se conservan sus trazas, túneles y gran parte de su recorrido. En uno de sus túneles la empresa sidrera Trabanco de la parroquia de Lavandera, tiene silos donde reposa la bebida.

La minería del carbón era un objetivo buscado desde 1900, en 1901 se iniciaron los primeros sondeos, pero es, en puridad, en 1930 cuando podemos hablar del pozo de La Camocha como realidad empresarial operativa. La Camocha representó para Gijón un impulso en su desarrollo económico e incluso demográfico, que atrajo a centenares de personas a trabajar en la mina. El primer carbón que se extrajo el 1 de octubre de 1935 se destinó a la Panadería Figar de Gijón. El cierre de la mina tuvo lugar en 2007. Gijón constituye además un punto de partida perfecto para visitar los museos, aulas de interpretación, espacios y testimonios industriales asturianos.

La Camocha